En el blog anterior os hablé de la importancia de conjugar una dieta equilibrada y el ejercicio físico para perder peso sin perder salud. Si bien, en la vez anterior, me centré en el ejercicio físico, ahora es el turno de la alimentación.
En primer lugar me gustaría recordar que un estado de salud óptimo debería ser el objetivo primordial a la hora de querer perder peso. La mayoría de nosotros, principalmente las mujeres, nos planteamos el querer adelgazar cuando no estamos satisfechos con nuestro aspecto físico, olvidándonos de que un exceso de peso puede repercutir muy negativamente en nuestra salud. Algunos de estos efectos negativos son:
- Peso excesivo, acompañado de un aumento del perímetro de la cintura.
- Aumento de la glucosa.
- Aumento de las grasas de la sangre: colesterol "malo" (LDL) y triglicéridos, con disminución del colesterol "bueno" (HDL).
- Aumento de la tensión arterial.
- Artrosis.
- Apnea obstructiva del sueño.
- Cálculos en la vesícula.
- Hernia de hiato y reflujo gastroesofágico.
- Depresión, disminución de la autoestima.
- Infertilidad.
- Riesgo elevado de desarrollar diabetes gestacional y embarazos de alto riesgo
Y lo más importante, la obesidad afecta a nuestra calidad y expectativa de vida. Al priorizar el aspecto físico sobre la salud nos lleva, en ocasiones, a llevar dietas alimenticias que, a la larga , ni son efectivas para adelgazar ni hacen ningún bien a nuestro organismo. Aquí es imprescindible mencionar que se considera saludable perder entre 500 gramos y 1 kilo por semana, al perder más peso nuestro hígado puede sufrir alteraciones.Las dietas rápidas o extremas son completamente desaconsejables. Existen múltiples ejemplos de este tipo de dietas con las que perdemos muchísimo peso en muy poco tiempo: la dieta Atkins; el método Dukan; la dieta South Beach (en inglés aun tienen más gancho); la dieta del repollo; la de la piña,...etc etc.
Ninguna de estas famosas dietas está avalada por médicos o expertos nutricionistas, sino más bien todo lo contrario, cuando se han podido comprobar sus efectos a largo plazo (lo cual ha sido muy recientemente al ser, la mayoría de estas dietas, de muy reciente creación), se ha visto que sus efectos sobre la salud pueden ser muy nocivos.
Una vez más hay que incidir en la importancia de la constancia y en el adquirir hábitos saludables para adelgazar y mantener un peso óptimo. Tenemos que pensar en el largo plazo, el corto plazo será siempre de perdedores.
Una dieta equilibrada es el mejor remedio y la mejor prevención para no tener problemas con esos kilos de más que nos incomodan a todos, así, además de más sanos, también estaremos mas guapos ;) .
Javier García Armendáriz
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